30 de enero de 2022

El MAVA

Museo Municipal de Arte en Vidrio de Alcorcón


En un Madrid joven, alegre y colorista se encuentra este museo que conocí ya hace unos años. Ahora tras la nueva remodelación, ha quedado precioso.

Castillo de San José de Valderas, sede del Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón 


El vidrio, ese material tan próximo a nosotros, pero a la vez tan desconocido, es el resultado de la fusión de una serie de elementos químicos a altas temperaturas. La masa viscosa que se obtiene, como si de lava volcánica se tratara, ofrece infinitas posibilidades de trabajo.  Una vez enfriada la pasta vítrea, puede presentarse como una lámina plana, como un objeto hueco, como un bloque, y  puede ser manipulado de muy distintas formas.




Así, distinguiremos entre trabajo del vidrio en caliente y trabajo del vidrio en frío. El primero implica un rápido y directo proceso con la materia ígnea, manejando cañas y otras herramientas. El resultado será, pues, un vidrio soplado, colado, moldeado, centrifugado, prensado, fundido, pasta de vidrio, estirado.


En cambio, las técnicas del vidrio en frío, implican, por lo general, un proceso mas lento, Sobre piezas ya enfriadas, bien láminas, objetos huecos, estirados, termoformados, varillas de vidrio.
Se trabaja cortando, puliendo, grabando, pintando, esmaltando, mateando con chorro de arena, tallando, modelando al soplete.


Algunos autores agrupan varias de estas técnicos en un paso intermedio entre frío y caliente, y, con frecuencia, en una escultura se combinan varias técnicas de vidrio o se da cabida a otros materiales es la llamada técnica mixta. 


¡Este bodegón, mi pieza preferida del museo!

 Los orígenes del vidrio se remontan a una leyenda para situar su descubrimiento en el Próximo Oriente. Según narra Plinio en su Historia Natural, éste se obtuvo fortuitamente, por primera vez. en los orillas del río Belus. Al principio, desde el tercer milenio a. C., se trabajó vidrio-pasta, hay interesantes restos de los cartagineses, romanos y otras civilizaciones antiguas, que dan testimonio de ello. 



Pero cuando se descubrió la técnica del soplado, al parecer en el siglo I a. C. en las costas de Tiro y Sidón, los objetos de vidrio hueco empezaron a proliferar en la cultura romana. Los árabes fueron también grandes vidrieros, pero la Edad de Oro del Vidrio la situamos en Venecia durante la Edad Moderna. Posteriormente tomaron gran relevancia Inglaterra y Bohemia, para dejar paso a Checoslovaquia y a los países nórdicos en la transición a la Edad Contemporánea. 



En España, la tradición vidriera de la Edad Moderna decayó enormemente debido al proceso de industrialización del XIX, y, sólo en Mallorca se ha continuado soplando de manera ininterrumpida.
 






Hay piezas  en el museo de prestigiosas marcas, y artistas de todos los lugares del mundo: Murano, Italia, Francia; Modogliani, Chanel.... Una maravilla!

Galería de Arte Tíltide
C. Fernando el Católico, 28
Madrid.
tiltide.com
artetiltide.com



22 de enero de 2022

Una historia de amor y guerra. Japón. En el CentoCentro.


Japón se unificó en el siglo XVII, ello aportó a esta cultura un  renacimiento social, económico, artístico y cultural, con el nacimiento de una nueva clase burguesa muy poderosa que propicia un cambio social,  el ukiyo: Un sistema basado en la creencia de un ciclo eterno de muerte y renacimiento continuo hasta alcanzar la iluminación. 

El nuevo sistema se erige sobre una idea del mundo centrada en disfrutar del momento presente y de los placeres finitos, creando de esta manera  una sociedad más hedonista.

 

La  exposición, Japón. Una historia de amor y guerra, se inicia en el periodo Edo, 1603-1868.  (Con este nombre también se conoció durante un tiempo la ciudad de Tokio). 



Abarca la exposición desde 1603, hasta el siglo XX, a través de la exhibición de armaduras samurái, kimonos, abanicos, fotografías y estampas. 

El recorrido, desarrollado a través de once secciones, se adentra  en el persuasivo mundo femenino de las geishas y las cortesanas. Una de sus diferencias fundamentales está en  que las geishas no eran prostitutas. Tanto unas como otras, aparecen el las estampas expuestas, ricamente vestidas, peinadas y maquilladas, como representantes de  un momento y una estética. Muy divertidas son las estampas eróticas,  podríamos decir que eran las "revistas porno" del momento.
 


El origen de las gieshas data, al parecer, de mediados del siglo XVIII. En las casas de té que había alrededor de los templos sintoístas de Kioto y Osaka, aparecen unas mujeres que se encargan de entretener a los peregrinos y viajeros, y sin duda, estas «animadoras» pueden considerarse hoy las precursoras más directas de las geishas. En el año 1779, las Geishas fueron reconocidas como artistas. Las geishas y maikos (aprendices de geishas) vivían en hanamachis, que eran las ciudades autorizadas para que fueran habitadas por ellas.

Las geishas comenzaban su preparación a los seis años, seis meses y seis días de edad, éstas al ingresar en la okiya (casa de geishas) rompían toda relación con su pasado y recibían un nuevo nombre.

Los conocimientos que una geisha debía obtener eran la tradición de la ceremonia del té, el arreglo floral, la caligrafía, la danza, la música y el arte de la conversación. El trabajo de una geisha consistía en animar las fiestas, conversar con los clientes y servir el té o sake.... Una geisha siempre debía aparecer impecable y seducir con elegancia.

Sin dejar atrás la historia del nacimiento del ukiyo-e y de los famosos shunga, ricos en erotismo,  llegamos al kimono: es una prenda envuelta en forma de T, con mangas cuadradas y un cuerpo rectangular, y se usa con el lado izquierdo envuelto sobre el derecho, a menos que el usuario haya fallecido.​ El kimono se usa tradicionalmente con un obi y comúnmente se usa con accesorios como sandalias  zoriy calcetines tabi.


Los kimonos llegan hasta las partes bajas del cuerpo, como la canilla, con cuellos escote en T y amplias mangas. Hay varios tipos de kimonos usados por hombres, mujeres y niños. El corte, el color, la tela y las decoraciones varían de acuerdo al sexo, la edad, el estado marital, la época del año y la ocasión. El kimono se viste cubriendo el cuerpo en forma envolvente como tipo regalo y sujetado con una faja ancha llamada obi.

Antiguamente, el kimono se confeccionaba con un material rústico, pero a medida que Japón se fue influenciando por la cultura china y coreana, se introdujo la seda, haciendo que el kimono fuera un traje suntuoso. Actualmente, la mayoría de los japoneses utiliza ropa occidental pero acostumbran a vestirse con kimonos en ocasiones especiales como bodas, ceremonias o festivales tradicionales. Los accesorios para acompañar al kimono son los geta (chinelas de madera) o los zori (sandalias bajas hechas de algodón y cuero) y los tabi (calcetines tradicionales).

 Otra sección de la exposición es la que se refiere a la leyenda de los fieles guerreros  samuráis.  Esamurái era un guerrero, aunque también llegaron a ser nobles con un enorme poder en Japón. Una vez dejaron de montar caballos para luchar en tierra, se convirtieron en unos enormes guerreros con la espada, algunos  con !dos  espadas!. La mayoría de ellos pertenecían a un clan feudal, y luchaban como guerreros leales a su señor. Las  armaduras que portaban los samuráis y la catana, aparecen en imagines posteriores.


                                                                        






 El mundo cultural queda inmortalizado en los retratos de actores y en las escenas del teatro Noh y   y Kabuki.  Al contrario que el Kabuki, el teatro Noh es un drama aristocrático y destaca por el uso de las máscaras, que son característica propia y se utilizan para los papeles de fantasmas, mujeres, niños y ancianos. Sin embargo, coincide con el Kabuki en que los actores también son hombres, aunque todos empezaron siendo solo mujeres.






Ambos tipos de teatro quedan representados gracias a las estampas Ukiyo y a los pequeños objetos muebles de la ceremonia del té muy relacionada también con el Noh: máscaras, cajitas y cuencos de la ceremonia del té.


                           


 Y el mundo de la naturaleza se idealiza mediante la pintura de flores, pájaros y paisajes.





En el periodo Edo se prohibió el cristianismo, se calcula que para 1600 había 750 mil cristianos en Japón.  Posteriormente se obligó a las personas a registrarse en templos budistas y se estableció el budismo como la religión  más grande de Japón, la otra existente fue el sintoísmo, que tenía menos seguidores. En un momento posterior, se consiguió una relación de ambas. 
Las acuarelas siguientes reflejan dos deidades. 




El budismo empezó a construir los templos tradicionales japoneses  que conocemos hasta la fecha, sobre las ruinas de los anteriores templos cristianos, extendiendo así una serie de  festividades y tradiciones budistas sobre todo Japón, que forman parte de su identidad. 




El arte y la cultura japonesa, como se conoce hoy en día, tuvo su nacimiento en el Periodo Edo. Las ceremonias del té, los diferentes  amuletos, la vestimenta tradicional, los festivales budistas, la posición de Tokio como capital..... Todo el tradicionalismo tan auténtico que esta tierra nos brinda hoy, ha brotado del nuevo orden social que les permitió expandir sus raíces.


Visita dirigida por Sara Fernández
Historiadora del Arte por la UCM.

Galería Tiltide
C. Fernando el Católico, 28
28015
Madrid.

https://www.centrocentro.org/exposicion/japon-una-historia-de-amor-y-guerra
Hasta el 30 de enero.






17 de enero de 2022

 La FUNDACIÓN PEDRO CANO en 

BLANCA (MURCIA)

Constituida en 2008 por la familia del pintor, la Comunidad Autónoma de Murcia y el Ayuntamiento de Blanca, nació con el deseo de convertirse en un lugar de belleza, y sin duda lo consiguió.


                           


En un edificio transparente que deja ver la rivera del río Segura, se encuentra la obra, magnífica,  de el pintor Pedro Cano.




Con un estilo vanguardista, el nuevo centro de arte de Blanca, presenta una estructura modular, abierto a la ciudad, con grandes superficies acristaladas que le confieren un aspecto visible y cercano.




Diseñado por el arquitecto Martín Lejarraga, contiene una superficie total de más de dos mil metros cuadrados y una altura de cuatro plantas



La edificación está formada por tres dependencias perfectamente delimitadas por el propio diseño visual, en el que se diferencia un edificio de cristal ubicado en la zona norte, un edificio de color cobre ubicado en la zona central y un edificio de una sola planta en la zona sur. 


 Alberga  los mejores trabajos de este artista PEDRO CANO y una colección de pinturas realizadas por él, de unos dos mil dibujos.






Pedro Cano empezó a pintar a los once años. A los diecinueve se trasladó a Madrid para estudiar en la Escula Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesores a Antonio López  y Juan Barjola.


Ganó una beca para residir en Roma en la Academia de España, durante tres años  en 1969. Después se trasladó a Angillara, un pequeño pueblo de las afueras de Roma. Fue a Nueva York fue a pasar cinco meses y se quedó cinco años. Viajo, y pintó  muchos, muchos lugares del  mundo.



Esos lugares adquieren, al ser pintados por el artista, un halo de ensoñación y misterio.







En el libro Las ciudades invisibles, de Italo Calvino, Marco Polo le describe al emperador Kublai Kan cómo es el mundo a través de 55 ciudades con nombres de mujer. Un encuentro fortuito con el escritor italiano en 1984, sembró en el pintor Pedro Cano  la idea de plasmar estas imágenes. El resultado, como en la novela, son 55 acuarelas  que pueblan sus más de cien cuadernos de viajes, con ensueños de color.











También los objetos cobran una vida especial. Como las puertas.




Teatro, Bosra.












Blanca está situada en el valle del Ricote y rodeada de montañas.
Un pueblo entrañable y alegre con un museo precioso que es un gusto visitar.




fundacionpedrocano.es/
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