24 de mayo de 2016

José Luis Fernández.

Instante
Mural escultórico de José Luis Fernández, construido en acero cortén, cobre y latón, situado en el Vestíbulo de la Estación de Ventas del Metro de Madrid. Medidas: 25 x 3 metros.  

José Luis  vive en Madrid. Desde siempre, desde muy joven, se interesó por el mundo artístico. Bisnieto del prolífico dramaturgo Don Jacinto Benavente, José Luis ama todo lo relacionado con el arte y lo experimenta.


Es un artista polifacético: músico, escultor, pintor de diversas técnicas,  aunque se convierte con el tiempo en un experto acuarelista, sin olvidar la escritura, sobre todo sus poemas.
Miembro de la Asociación de Pintores y Escultores, ha participado desde 1980 en certámenes nacionales de pintura y acuarela.
Ama profundamente esta tierra de Almería, a la que conoce sobradamente. Tanto que ha dejado reflejada en sus lienzos  prácticamente todas sus playas, en las que el sol y la luz mediterránea crean un escenario donde la tierra se integra con sus ocres, verdes y grises, para crear una armonía que evoca espacios donde uno siempre quisiera estar.
Poseen obra suya La Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Almería, El Ayuntamiento de Madrid, el  Metro de Madrid, en cuya estación de Ventas, se puede apreciar un  mural escultórico taurino de 25 mts. de largo por 3 de alto, situado en el vestíbulo de la estación, y un largo etc.
Sus obras se encuentran también en colecciones privadas de prácticamente toda España, además de Francia, Italia y Escocia.
Su inquietud por la cultura le hace buscar siempre nuevos horizontes afirmando que “ no quedarse en el hacer de siempre, probar con otras formas, es la única manera de encontrar lo inesperado”.
Esta su incesante búsqueda, le hace crear junto a su mujer Matilde, allá por el 2000, la Galería Tíltide, en la calle Fernando el Católico 28 de Madrid, reuniendo en ella a quienes quieran disfrutar de exposiciones, tertulias, conferencias, visitas culturales, etc., tratando siempre de impulsar la creación artística en todos sus campos

Dora Revinsky Munch.
Coordinadora de Comunicaciones del Grupo Cultural Destellos de Artefacto
Carboneras (Almería) 
Julio 2012.
    
Acuarelas


Cala del oro
Acuarela sobre papel. 
        Medidas: 19 x 28 cms.


  La estancia del alfarero  
Acuarela sobre papel. 
        Medidas: 19 x 56 cms.





Tertulia  
Acuarela sobre papel. 
        Medidas: 19 x 56 cms.




     
Tropical ron  
Acuarela sobre papel. 
        Medidas: 50 x 60 cms.



         
      Donde el aire es verde  
Acuarela sobre papel. Marina.
        Medidas: 14 x 38 cms.
     



Aire de sol
Acuarela sobre papel. Marina.
Medidas: 56 x 76 cms



Arroyo del olvido
Acuarela sobre papel. Paisaje.
Medidas: 18 x 28 cms


   
Invierno
Acuarela sobre papel. Bodegón.
Medidas: 56 x 76 cms.




                           

La caricia del azul
Acuarela sobre papel. Marina.
Medidas: 76 x 100 cms.




La huella del aire
Acuarela sobre papel. Marina.
Medidas: 25 x 57 cm




Cueva del gato
Metal y madera pintada




Picador enmascarado
Tinta seriada (Serie taurina)
Medidas 38 X 56 cms



 Torero atmosférico
Tinta seriada (Serie taurina)
Medidas 38 X 56 cms






Clariviento
Metales y madera



      

BIBLIOGRAFÍA

Acuarela. Exposición Nacional.(Catálogo). Ayuntamiento de Madrid. Madrid 1991. Págs. 84 y 186.
LIX Salón de Otoño.(Catálogo). Asociación Española de Pintores y Escultores. Madrid 1992. s/p, nº 29.
"Nueva estación de Metro en Ventas".Ya. Madrid, 9 de mayo de 1989. Pág, 21.
"El mural escultórico de José Luis Fernández González."Tecniarte.Madrid, 25 de junio de 1991. Págs.18 a 22.
"Acuarelas de José Luis Fernández". El Punto de las Artes.Madrid, 18 a 24 de febrero 1994.
LXIII Salón de Otoño.(Catálogo.). Asociación Española de Pintores y Escultores. Madrid 1996.Pág. 56.
Diccionario de Pintores y Escultores del siglo XX.Ed. Forum Artis.
“Trazo casual”. El Mundo. MetropoliMadrid, 16 de marzo de 2001, pág. 48.
“Paisaje Urbano”. El Mundo.Metrópoli.Madrid, 8 de junio de 2001, pág. 42.
“Lienzos de verano”. El Mundo . Metrópoli.Madrid, 7 de diciembre de 2001, pág. 50
 Desde el año 2001, criticas de las exposiciones en El Punto de las Artes.


OBRA PERMANENTE EN INSTITUCIONES Y COLECCIONES

Mural escultórico taurino (25 mts) situado en el vestíbulo de la estación de Metro de la Plaza de Toros de Ventas. Madrid.
Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Almería.   
Ayuntamiento de Madrid.
Comunidad de Madrid.
Ayuntamiento de Pedraza. Segovia.
Colecciones privadas en España: Madrid, Barcelona, Mallorca, Zaragoza, Vigo, Orense, Almería, Oviedo y Segovia.
en la Unión Europea: París, Italia y Escocia y en  Wasintong,  EEUU.




Estudio:  Galería Tíltide C/ Fernando el Católico nº 28, Madrid. España.




















16 de mayo de 2016

Exposición en la FUNDACIÓN JUAN MARCH.


LO NUNCA VISTO. De la pintura informalista al fotolibro de postguerra (1945-1965)

La Europa –y el mundo– posterior a la Segunda Guerra Mundial vio nacer una pintura radicalmente distinta a la del periodo de entreguerras. Al cubismo, los expresionismos o el surrealismo les sucedió una forma de pintura que precisamente se cuestionó pictóricamente y de un modo muy radical su "forma". A ese "otro" arte, conocido desde entonces como "informalismo", dio voz ya desde 1952 el crítico francés Michel Tapié en su libro Un art autre [Otro arte], desde cuyo subtítulo, Où il s'agit de nouveaux dévidages du réel [Cuando se trata de nuevos vaciados de lo real], ya se avanzaba el deseo por parte de su autor de tratar de las nuevas formas, de los nuevos dévidages[vaciados] que habían acontecido a lo real. La pintura de postguerra en toda Europa, en efecto, había empezado a servirse de "otros" materiales, de baja extracción y muy distintos a los nobles y convencionales materiales de la pintura: arenas, yesos, cartones, papeles, arpilleras, trapos y tejidos y toda clase de residuos y despojos; los artistas los utilizaron combinándolos, fragmentándolos, destruyéndolos o construyendo con ellos sobre el lienzo superficies y masas –en ocasiones muy densas– de materiales heteróclitos de apariencia informe o deformada, trabajados de formas también nuevas: con las manos, con espátulas y paletas; embadurnándolos, cosiéndolos, rasgándolos, pegándolos (y despegándolos), manchándolos o pintando con ellos. Los gestos de la pintura, en fin, cambiaron tanto como sus materiales y sus soportes, porque su tema había pasado a ser ella misma y sus formas –o sus deformaciones–.
Salvatore Scarpitta. "Trapped Canvas" [Lienzo atrapado], 1958
Scarpitta. Trapped Canvas [Lienzo atrapado], 1958

Fondation Gandur pour l'Art, Ginebra
© Fondation Gandur pour l'Art, Ginebra. Foto: Sandra Pointet
Naturalmente, esa transformación de la pintura no respondía solo a experimentos formales: el deseo por hacer otro tipo de arte por parte de los pintores informalistas no fue, por supuesto, en absoluto ajeno a la experiencia universal de la guerra, porque, de una manera muy visible, la guerra –esta vez verdaderamente "mundial"– había dado prácticamente a todo el globo, desde Europa a Japón, otro "vaciado". Literalmente, la potencia destructora de la guerra había hecho pedazos, desfigurándola y deformándola, la fisonomía material y espiritual de todas las formas civilizadas, desde las de los seres humanos hasta las de los monumentos, las ciudades, los pueblos e incluso las de la propia naturaleza.
Ni el arte podía obviar esa destrucción ni tampoco quiso tratarla con formas del pasado. Tras la contienda, rotas las formas de lo real, pintores y fotógrafos buscaron nuevas posibilidades plásticas: el canon de las vanguardias había sido, de algún modo, una víctima más del conflicto. Responder al holocausto y a los campos de exterminio y trabajo, a Auschwitz y a Siberia, a Hiroshima o a las fotografías que la prensa gráfica y los documentales publicaban sobre los horrores acontecidos –masivas masacres de civiles, bombardeos incendiarios sobre Londres y Berlín o sobre ciudades con poca o ninguna importancia militar como Coventry, Dresde o Hamburgo, deportaciones en masa, desolación, muerte y destrucción– no era tarea fácil; pero tanto la pintura como la fotografía se aplicaron a ello con obras que aún hoy impresionan y conmueven.

Y sin embargo, es muy posible que hoy, setenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial –cuando la memoria ya no está viva y apenas hay testigos oculares de la catástrofe–, esas deformadas y abstractas formas del arte al ser expuestas sean percibidas, sobre todo "formalmente", como una corriente pictórica más que añadir a la historia del arte, separada (como es propio no solo del paso del tiempo, sino del espacio expositivo) del terrible contexto al que respondía y al que se sobrepuso con gestos de una fuerza casi sin precedentes. Por eso, la exposición LO NUNCA VISTO. De la pintura informalista al fotolibro de postguerra (1945-1965) presenta la pintura europea de la postguerra –y hasta mediados de los años sesenta– junto a la fotografía de esas mismas décadas, con la pretensión de que el espectador se sumerja en el contexto histórico del momento y pueda entender la ruptura que los artistas llevaron a cabo tras la contienda.

La exposición presenta ciento sesenta obras, documentos y filmaciones procedentes de diversas instituciones y colecciones públicas y privadas, nacionales e internacionales como la Fondation Gandur pour l'Art de Ginebra, el Centre Pompidou, la Pinacoteca di Brera, el Museum Folkwang de Essen, la Colección Dietmar Siegert, la Fundación Foto Colectania, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza o el Museu d'Art Contemporani de Barcelona, entre otras.

LO NUNCA VISTO. De la pintura informalista al fotolibro de postguerra (1945-1965)establece una relación estrecha entre pintura y fotografía gracias a un tipo de fotografía que insinúa planteamientos paralelos a los de la pintura, con trabajos como Chizu–The Map [El mapa] de Kikuji Kawada; además, pone de manifiesto la relación existente entre la abstracción europea de postguerra y los artistas de la Subjektive Fotografiealemana, con fotógrafos como Hermann Claasen, Helmut Lederer, el propio Otto Steinert o el español Francisco Gómez, así como al fotolibro y a la fotografía que se mueve en el ambiguo territorio del documento fotográfico y la forma artística.
Otto Steinert. "Lampen der Place de la Concorde 3 " [Farolas de la Place de la Concorde 3], 1952.
Otto Steinert. Lampen der Place de la Concorde 3
[Farolas de la Place de la Concorde 3], 1952
Museum Folkwang, Essen
© Estate Otto Steinert, Museum Folkwang, Essen
En pintura, la muestra compagina la presencia de artistas y fotógrafos de reconocido prestigio (Pierre Alechinsky, Karel Appel, Alberto Burri, Jean Fautrier, Jean Dubuffet, Georges Mathieu, Pierre Soulages, Wols o los españoles Antonio Saura, Rafael Canogar, Manolo Millares, Fernando Zóbel, Gustavo Torner o Luis Feito, entre otros muchos) con magníficos artistas desconocidos (Natalia Dumitresco, André Marfaing o Georges Noël), entre los que además destacan un vigoroso grupo de artistas checos (Jan Klobasa, Jan Kubíček, Pavla Mautnerová o Jiří Valenta) que vienen a representar la vigencia de la respuesta informalista desde aquella parte de Europa que, al acabar el conflicto, quedaría cortada en frío y separada en otro bloque, bajo el dominio soviético.

La exposición incluye también obra de Wolf Vostell y de los pintores del Nouveau Réalisme francés (François Dufrêne, Raymond Hains, Mimmo Rotella o Jacques Villeglé, entre otros), cuyos décollages de carteles publicitarios sobre cine, política y comercio anticipan –como en una especie de negativo fotográfico de lo que enseguida sería el pop– el cambio de conciencia que advendría en Europa a partir de mediados de los años sesenta, y que se materializaría en formas artísticas más bien celebratorias de una realidad social que había pasado de las privaciones de la postguerra al ambiente fuertemente impregnado por el consumo y la publicidad, el propio del capitalismo global, la economía social de mercado y el estado del bienestar, en el que hoy seguimos viviendo.
  • Francisco Gómez. "Huellas", 1960Francisco Gómez. Huellas, 1960
    Fundación Foto Colectania, Barcelona
    © Archivo Paco Gómez/Fundación Foto Colectania
  • Jacques Villeglé. "Boulevard Saint Martin", 1959Jacques Villeglé. Boulevard Saint Martin, 1959
    Fondation Gandur pour l'Art, Ginebra
    © Fondation Gandur pour l'Art, Ginebra. Foto: Sandra Pointet


http://www.march.es/arte/madrid/exposiciones/lo-nunca-visto/

10 de mayo de 2016

PIERRE BONARD.


EL PINTOR NABI VISTO DESDE SU LADO INTIMISTA


Pintor, litógrafo y fotógrafo francés,Pierre Bonnard, nació el 3 de octubre de 1867 en Fontenay-aux-Roses, Francia y murió en Le Cannet, Provenza, Francia el 23 de enero de 1947. Fue miembro del grupo simbolista de los nabis y evolucionó con posterioridad hacia un estilo personal ligado al impresionismo. 
Estudió leyes y en 1889 comenzó a trabajar como abogado, actividad que compaginó desde 1887 con clases de dibujo y pintura en la Académie Julian. 
Allí entró en contacto con los pintores Maurice Denis y Paul Sérusier, cuyo cuadro El talismán, de 1888 (París, Musée d’Orsay), realizado siguiendo el sintetismo de Paul Gauguin, se convirtió en una revelación para Bonnard.


Los Nabis
Nabi es una palabra hebrea, significa profeta.

Los Nabis están relacionados con el simbolismo literario y se oponen al positivismo y naturalismo de la que su última manifestación fue el impresionismo, su visión se distancia de lo natural y se orientan de formas distintas.

Les gustan los símbolos y a todo lo que está “más allá”. No podemos decir de un estilo nabi que aglutine a todos sus seguidores, son un grupo ecléctico que hacen suyas las tradiciones en su pintura.
Representaron lo más innovador en París hasta la llegada del fauvismo en 1905.

¿Quiénes son?

Es un grupo amplio y heterogéneo (como lo normal en el arte del siglo XX). Artistas que militan en corrientes, movimientos, pero que luego tienen pocos elementos en común.

  • Pierre Bonnard
  • Maurice Denis
  • Paul Serusier
  • Edouard Vuillard
  • Paul Ranson

Más dos escultores: Aristide Maillol y Georges Lacombe.



Por ejemplo, en el caso de Bonard, este cuadro:

El comedor frente al jardín, 1934. 
Incorpora la influencia de Cezanne con los elementos del bodegón reducidos a formas geométricas. 
Diferentes perspectivas para los objetos de la mesa. Variedad y puntos de vista tomada también de la pintura de Cezanne.

Pero voy a centrarme en el Bonard intimista, el que pintaba a su mujer, [el amor de su vida], en escenas diarias. Él la adoraba y le gustaba observarla en el aseo, indolente, secándose, mirándose en el espejo o asomada a la ventana desnuda, soñadora.
Fue un hombre modesto, sensible y reservado cuya vida (como su pintura) transcurrió plácidamente, sin aparentes sobresaltos.

Os dejo un poema precioso escrito por Raymond Carver, amigo de ambos, quedó subyugado con esta liviandad, con este amor sensual y eterno.




Su esposa.
Durante cuarenta años su modelo.
Él la pintó una y otra vez. El desnudo
de su último cuadro, es el mismo desnudo joven
del primer cuadro. Su esposa.














Él la recordaba joven. Los tiempos
en que ella era joven. Su esposa, en la bañadera,
en el tocador frente al espejo. Sin ropas.





Su esposa cubriéndose con las manos
los pechos duros, mirando hacia el jardín,
donde los rayos de sol desparraman
tibieza y color.







Todas las especies vivientes floreciendo.
Ella joven y temerosa y excesivamente deseable
en su desnudez. Cuando ella murió,
él continuó pintando un poco más.











Fueron algunos paisajes, luego se murió.
Lo enterraron junto a ella .
Su joven esposa.

En  ACTIVIDADES CULTURALES TÍLTIDE empezamos el curso viendo una exposición de este artista francés, por eso he querido recordarlo hoy, cuando lo he encontrando trasteando en mi blog de arte favorito:  elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es.  Gracias querida Inma.