Madrid ¡Viva la Bohemia! Los bajos fondos de la vida literaria.
La exposición presenta una amplia selección de piezas -óleos, dibujos, estampas, carteles, fotografías, películas, libros y periódicos- que aportan una imagen global de lo que supuso la bohemia literaria, tomando a Madrid como epicentro, ciudad en la que se desarrolló la bohemia.
El cuadro Tejados de Madrid, de Eduardo Chicharro, en la imagen anterior, sirve para situarnos en el paisaje urbano visto desde las numerosas buhardillas en las que habitaban y convivían los bohemios.
La bohemia artística nació en el siglo XIX. En sus inicios, la palabra «bohemio» era prácticamente sinónima de «gitano», por proceder muchos de éstos de la región de Bohemia (en la actual República Checa). A lo largo del siglo, el adjetivo bohemio comenzó a asociarse con el artista, que veían representado en el pueblo gitano algunos de sus anhelos: libertad, rebeldía, falta de ataduras, una identidad propia, un lenguaje, etc. Se pasó entonces a tildar como «bohemios» a un colectivo de artistas, pintores, músicos y escritores, que practicaban un estilo de vida alejado de los valores burgueses imperantes, y fomentando entre ellos una auténtica hermandad de las artes. La exposición arranca, precisamente, con los bustos que realizó el escultor Julio Antonio de María, la gitana y del poeta Rafael Lasso de la Vega.
La muestra se compone de cinco espacios:
Las primeras luces
Nos traslada a la ciudad donde surgió la bohemia, París, el sueño de cualquier artista. Todo sucedía en París: Escritores y artistas españoles viajaban a la ciudad francesa con la ilusión de lograr el éxito y reconocimiento del público. La nocturnidad de ese París, con fama de divertido y frívolo, que nos muestran las obras de Anglada Camarasa y Raimundo de Madrazo son buena prueba del fuerte poder de atracción que ejercía la ciudad.
Y es Henry Murger con su novela “Scènes de la vie bohème”, el que nos muestra las aventuras y desventuras de tres jóvenes artistas que habitan en las buhardillas del cielo parisino, el hábitat por excelencia del bohemio. La obra de Murger sirvió de inspiración a Puccini para su exitosa ópera “La Bohème”, que tuvo su reflejo en Madrid, en una parodia titulada “La golfemia”, zarzuela estrenada en Madrid en el Teatro de la Zarzuela. Asimismo, inspiró la famosa zarzuela de “Bohemios”.
Bohemios, cubierta de la partitura. CEDOA-SGAE.
Ramón Casas, Pláticas de familia, 1899. Colección Berenguer.
Óleo de Raimundo de Madrazo. Salida del baile de máscaras.
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Óleo de Anglada Camarasa, que tiene como tema la noche parisina.
El auge de lo español
Los ecos de Murger se expandieron por España. Enrique Pérez Escrich, retratado en el óleo posterior, publicó la novela El frac azul. Memorias de un joven flaco (1864), considerada como el aldabonazo de la literatura bohemia española.
Nos situamos en Madrid en torno a 1840, cuando surge en la ciudad la que se considera primera generación de bohemios ligada a los periódicos, al teatro y al desarrollo del folletín y la novela por entregas, según el modelo francés. Son los tiempos del café, como el “Suizo” o “El Parnasillo” o....
Es el nombre del tercer espacio de la exposición, que era la denominación de un grupo de escritores preparados académicamente, con un compromiso social con los más desfavorecidos muy acentuado, políticamente cercanos al socialismo y al anarquismo (idealizado) y que rechazan abiertamente los valores burgueses. Este grupo escribe en periódicos de izquierdas como La Piqueta, Don Quijote y, sobre todo, Germinal, que dirigirá Joaquín Dicenta. Germinal será un altavoz para la ideología y denuncia de estos bohemios. Si Joaquín Dicenta fue uno de los líderes de esta “tribu bohemia”, hay un nombre en el que es necesario detenerse; es el gran príncipe de los bohemios: Alejandro Sawa, en quien se inspiró Valle-Inclán para crear a Max Estrella, protagonista de Luces de bohemia.
Mateo Silvela y Caso.Tienda-asilo,1890. Archivo fotográfico del Museo Nacional del Prado.
Los espacios bohemios.
Nos adentramos, en este cuarto espacio, en el ambiente preferido de los bohemios: la noche. A la luz de las últimas farolas de gas, los bohemios van llegando a la Puerta del Sol, a ese Madrid nocturno, tan cantado y descrito por los bohemios en sus poemas, cuentos y prosas, que se ve sacudido por la presencia de prostitutas y chulos, bien representados en las obras de Gutiérrez Solana. La noche madrileña, poco recomendable queda retratada en ensayos como La mala vida de Madrid, de Bernaldo Quirós o en las negras xilografías de Francisco Bores, Pancho Cossío o Ricardo Baroja. Sobre todos estos artistas y escritores bohemos se alza Emilio Carrère, otro de los nombres claves de la bohemia, cuyos versos recitaban las prostitutas de memoria.
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Óleo de Waldo Insua. Representa una de las tabernas del Madrid del momento. |
José Gutierrez-Solana. Los Chulos y las chulas, 1906. Colección Banco Santander.
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Otra obra de Gutierrez Solana. |
El quinto espacio, que cierra la exposición y está dedicado a Valle-Inclán y su obra Luces de Bohemia, publicada como libro en 1924. Tomando como inspiración a Alejandro Sawa, en la fotografía posterior, traza a este literato loco, ciego y pobre para recorrer en una agónica jornada el “Madrid absurdo, brillante y hambriento” donde sitúa la acción.
Tomando como referencia la afirmación de Max Estrella: “¡El esperpento lo inventó Goya!”, se incluyen en este espacio algunos Caprichos de Goya, en los que se aprecia la deformación, o caricaturización de sus protagonistas, fuente de inspiración de Valle-Inclán. Una deformación a la que, quince años antes que Valle-Inclán, ya había aludido Francisco Sancha en algunas de sus “Escenas madrileñas” que se conservan en el Museo ABC, como El Golfo, El Aguaducho o El ciego Fidel. En el ámbito de salida se nos invita a esta reflexión, en palabras de Pío Baroja:
«La bohemia es una de tantas leyendas que corren por ahí; una bonita invención para óperas y zarzuelas, pero sin ninguna raíz en la realidad».Pues para muchos autores contemporáneos de nuestros protagonistas, la bohemia nunca existió más allá de ser un recurrente tema literario, pero a través de esta exposición se muestra esta vida literaria y su huella en la vida de sus protagonistas y en la de la ciudad de Madrid.
Moreno. Fotografía retrato de Valle Inclán, s.f. Instituto de Patrimonio Cultural de España.
ACTIVIDADES CULTURALES TÍLTIDE
Visita organizada por Sara Fernández: