12 de febrero de 2015

Ramón Gómez de la Serna en el Conde Duque de Madrid.






Ha sido recuperado para el museo de Arte Contemporáneo del Conde Duque, el Despacho del escritor vanguardista Ramón Gómez de la Serna como nueva tarjeta de identidad del museo en conexión con la colección permanente, de la que ahora se muestra además una selección, compuesta por pinturas, esculturas, fotografías, estampas y dibujos.

El Despacho del escritor Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888 – Buenos Aires, 1963), figura central de las vanguardias artísticas del Madrid del primer tercio del siglo XX, se presenta como un museo dentro del museo, que enriquece y redefine la nueva estructura de la colección. Esta nueva ordenación de la colección permanente se basa en la articulación de cuatro unidades autónomas bajo los epígrafes: “Forma y gesto”; “Figura y realidad”; “Imagen y ciudad” y “Unicidad y multiplicidad”, categorías todas ellas aplicables también al despacho ramoniano.













La temprana creación de su despacho, en los años diez, con objetos adquiridos preferentemente del Rastro madrileño, y también de otras ciudades europeas que visitó, e imágenes recortadas de libros y de revistas que fueron cubriendo y tapizando las paredes y mobiliario, supone una de las creaciones artísticas más singulares de ese tiempo.



El Rastro protagonizó una de las mejores obras de Gómez de la Serna , publicada en 1915, y que marcó su irrupción en la literatura y en el mundo de los objetos, clave para entender muchos aspectos de su obra y, en especial, los despachos que construyó a lo largo de su vida , tal y como indica una parte de la muestra.





Para construir y reconstruir ese entorno, concebido y vivido a lo largo de su vida como un taller que le motivó para realizar una obra en la que es primordial el mundo de la imagen, se valió de dos dispositivos creados por el arte de las vanguardias: el collage y el fotomontaje. Con esos instrumentos creó unos de los  fotocollages más sorprendentes  del arte de la vanguardia española, una de cuyas características esenciales fue su condición de portátil, cualidad que definía la modernidad como la exaltación de lo transitorio, lo fugitivo, y lo contingente.






La construcción de ese entorno le permitió reforzar su propia psicología personal, al estar rodeado permanentemente de su mundo más querido y afianzar  así su propia imagen. 

Abarcaba temas tan diversos como el erotismo, la muerte, lo cómico, los sucesos cotidianos, multitud de imágenes de obras de arte, desde la antigüedad hasta los ismos de su tiempo, formando junto a los otros objetos diseminados por el espacio, una cámara de maravillas de la modernidad.




También se recrea el espacio de la tertulia del café  Pombo, situado , entonces, cerca de la Puerta del Sol de Madrid, en el número 4 de la calle Carretas. Creada por Ramón Gómez de la Serna, fue inmortalizada por su amigo, el pintor y escritor expresionista  Gutiérrez Solana. Aquí tenéis el lienzo.




A pesar de estar ubicado en pleno centro, no era uno de los grandes cafés (tal y como lo eran el Fornos, el Suizo, el de la Montaña, etc.) Este dato bastó para que Ramón  tomara el Café Pombo como lugar de reunión literaria, sobre el que centrar su proyecto. El lugar tenía un  aire provinciano, pero sin embargo con antigüedad. La tertulia se forma inicialmente con sus más leales y cercanos amigos, debido a tarjetas de invitación enviadas a ellos; y tiene como novedad que se celebra un día de la semana siendo como consenso que sea sólo los sábados. La tertulia se denominó «Sagrada cripta del Pombo».




Durante cerca de veintitrés años que va desde 1914 hasta 1936 funcionó la tertulia de la «Sagrada cripta del Pombo», inició las actividades la tertulia bajo el permiso de Eduardo Lamela propietario del local, que los sábados procuraba cerrar más tarde. Es en esta época cuando Ramón se hace más madrileño.  El año 1917 lo dedica plenamente al Pombo. La tertulia de la «Sagrada cripta del Pombo» es un éxito del que se habla en todas partes y cafés de Madrid, sus ecos llegan incluso a París. Es el tema de su libro El Pombo, obra que completa en un segundo tomo que años después denomina La sagrada cripta del Pombo









Generalmente adscrito a la Generación del 14 o novecentismo, Ramón Gómez de la Serna, es inventor del género literario conocido como greguería. Posee una obra literaria extensa que va desde el ensayo costumbrista, la biografía (escribió varias: sobre Valle-Incán o Azorín y sobre sí mismo: Automuribundia), la novela, el teatro. 

Su vida y obra representan una ruptura con las convenciones. Es así, una unión con el espíritu y la actuación de las vanguardias, a las que dedicará un libro llamado Ismos. Su obra es extensa y su eje central son las Greguerías, un género iniciado por él: conjunto de apuntes en los que encierra una pirueta conceptual o una metáfora insólita. Suelen ser de varios tipos: chistes, juegos de palabras e incluso también pueden ser apuntes filosóficos. He aquí algunos ejemplos

  • El cometa es una estrella a la que se le ha deshecho el moño.
  • El arcoiris es la cinta que se pone la naturaleza después de haberse lavado la cabeza.
  • La lagartija es el broche de las tapias.
  • El vapor es el fantasma del agua.
  • La escalera de caracol es el ascensor a pie.
  • La leche es el agua vestida de novia.
  • El etc., etc., etc. es la trenza de lo escrito.
  • La cabeza es la pecera de las ideas.
  • La gasolina es el incienso de la civilización.
  • El más pequeño ferrocarril del mundo es la oruga.






2 comentarios:

  1. Un personaje muy singular . Curioso este rincón dentro del museo.-Que mejor testimonio para ;contemplar y observar detalles de la vida cotidiana de este escritor y aristócrata .

    Un abrazo feliz Carnaval.

    ResponderEliminar
  2. Bertha, amiga. Un beso muy fuerte y gracias por tus visitas. Es un gusto encontrarme con tus comentarios.

    ResponderEliminar

Como todo blog, permite la inclusión de comentarios, propuestas, opiniones, críticas, los cuales se publicarán, siempre y cuando a criterio de la Dirección de la galería, no tengan carácter claramente ofensivo o de falta de respeto a las personas o al hacer de los artistas e integrantes de este proyecto.