18 de febrero de 2018

Andy Warhol en CaixaForum Madrid.

Warhol. El Arte mecánico  es el título de la exposición, para la que se se han seleccionado obras y documentación variada que sirven de ejemplo a los momentos centrales de tres décadas de actividad creadora del artista, que empezó siendo  un joven diseñador gráfico, durante la década de los 50, y llegó a ser una figura mundial de arte pop, mito icónico de los ochenta.



Su autorepresenetación  se convierte, en la exposición, en una pieza más e importante de su repertorio artístico: una construcción elaborada, posiblemente la más misteriosa y enigmática, por ser tan diferente la que exponía públicamente de la real. ¿Dónde radicaba su verdadera personalidad, su verdadera creencia?





Las propuestas creativas de Warhol expresan una visión mundo  que no se conocían hasta ese momento: La individualidad, como fórmula de vida moderna, implicaba la imposición social de cierta frialdad frente a lo personal y de una objetividad asociada al distanciamiento de una forma de vida que exige sumisión al orden establecido.

Pero al mismo tiempo, y paradógicamente,  esta nueva forma de ver la realidad, lleva la artista a interpretar el mundo  haciendo caso a su impulso personal. Reclamando prioridad para la visión y la emoción propias.



Como Breton o Dalí en la década de los 30, Warhol añadirá a las listas de nuevas herramientas creativas, el fotomatón y la máquina fotográfica; además de usar el proyector de dipositivas, la cámara cinematográfica, la polaroid... Llega incluso a experimentar con los pioneros ordenadores Commodore.




En 1974, para una exposición celebrada en París,  Warhol seleccionó una única imagen de lider comunista chino, Mao Zedong,  partiendo de la visita de Nixon a China (1972). Colgó docenas de pinturas de diversos tamaños, sobre un papel pintado con el retrato repetido de Mao.  Como vemos, el artista aplica toques cosméticos en los labios, en la mejillas y en los párpados, quizás caricaturizando la propaganda política y neutralizando el tono de fuerza masculina, en una parodia política, en la que Mao forma parte de la libertad artística, y el espíritu de los valores estadounidenses.


                       

Quizá, la búsqueda de la originalidad diferenciadora se encuentra, en el caso de este artista, en la labor de perpetua y rutinaria creación del mundo que le rodea: latas de sopa, animales, cajas de jabón, personajes controvertidos... tratados con la frialdad de la últimas técnicas mecánicas.









CaixaForum Madrid. 
Paseo del Pardo 36
Hasta el 6 de mayo de 2018.






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