La obra de dos coleccionistas de arte, Im Obersteg y Rudolf Staecheling, suizos ambos y amigos, que iniciaron sus colecciones a principios del siglo XX en Basilea, se han expuesto en el MUSEO REINA SOFÍA, procedentes del Museo de aquella ciudad.

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La obra de dos coleccionistas de arte, Im Obersteg y Rudolf Staecheling, suizos ambos y amigos, que iniciaron sus colecciones a principios del siglo XX en Basilea, se han expuesto en el MUSEO REINA SOFÍA, procedentes del Museo de aquella ciudad.
FUNDACIÓN CRISTINA MASAVEU.
Hasta el 20 de junio
Arte español del siglo XX. De Picasso a Barceló.
FUNDACIÓN TELEFÓNICA.
Hasta el 4 de mayo.
Materia interior.
MUSEO REINA SOFÍA.
Hasta el 10 de Marzo.
Soledad Sevilla. Ritmos, Tramas y Variables.
GALERIA DE COLECCIONES REALES. Planta 3.
Hasta febrero .
Sorolla, cien años de modernidad.
La exposición parte de la premisa de separar al modista de la persona para así entender su trayectoria y sus creaciones desde el origen, desde la esencia, desde sus inspiraciones, obsesiones, influencias y pasiones. Cuenta con más de 100 piezas de Alta costura, acompañadas de una importante selección de obras de arte de grandes maestros de la pintura como Francisco de Zurbarán, Juan Pantoja de la Cruz, Antonio Joli de Dipi, Federico de Madrazo, Erasmus Quellinus, Agustín Esteve o Ramón Casas y Carbó que acercan a un particular concepto de belleza que permitirá entender mejor su pulsión creativa, su trayectoria en la Moda, y con todo ello, a él mismo.
Sus vestidos y creaciones más icónicas se presentan de un modo orgánico, sin atender a un criterio cronológico, buscando un constante diálogo entre ellas, al margen de la categoría a la que correspondan (moda nupcial, artes escénicas, alfombra roja, etcétera) o el año de su creación, para unirse en el espacio expositivo a partir de su fuente inspiradora: Italia, el Barroco, el teatro, el cine, el glamour, los grandes maestros del XX....
Artificios teatrales. La escena musical de los felices veinte.
La exposición Artificios teatrales en el Museo ABC nos sumerge en un fascinante viaje al pasado, una época en la que el teatro musical español vivió uno de sus momentos más brillantes. Entre el 16 de octubre de 2024 y el 8 de marzo de 2025, los visitantes podrán descubrir los recursos visuales y escénicos que revolucionaron los escenarios en los años veinte, históricos, Artificios teatrales es un homenaje a la imaginación y la capacidad de los creadores para transformar la realidad a través del arte.
Y es que el siglo XX fue una época de gran experimentación y transformación en las artes escénicas, y los artificios teatrales jugaron un papel crucial en la creación de nuevas experiencias para el público.
A finales de los años veinte la escena musical española alcanzó una dimensión visual prodigiosa de la mano de un nuevo desarrollo técnico afín a la vanguardia artística del momento. El teatro se convirtió en una caja de sorpresas con extraordinarios desarrollos escénicos.
El museo presenta del 4 de marzo al 8 de junio una exposición sobre la importancia que el arte tuvo en la obra de uno de los escritores más influyentes del siglo XX, Marcel Proust (Auteuil, 1871 - París, 1922), reconocido tanto en la literatura como en la filosofía y la teoría del arte. Las ideas estéticas que Proust desarrolla en su obra, los ambientes artísticos, monumentales y paisajísticos que le rodearon y que recrea en sus libros, así como los artistas contemporáneos o del pasado que le sirvieron de estímulo son algunos de los aspectos que articulan el recorrido de la muestra. El objetivo es resaltar esa vinculación y la interrelación entre el arte y su figura, su vida y su trabajo.
Para entender a Proust es importante conocer el París en el que vivió, es decir, la cosmopolita y rica capital de la Tercera República, su gran transformación tras las reformas urbanísticas del barón Hausmann, con la aparición de la electricidad, los coches, los espectáculos, los restaurantes y los cafés. Proust era un fascinado no solo de las artes, sino de esa modernidad tan en auge a fines del siglo XIX. La imagen de lo moderno que crearon los pintores impresionistas a través de su representación de las calles y otros ambientes de París está en la base de la estética proustiana: todo ello marcaría su biografía y también sus escritos.