15 de noviembre de 2023

Un paseo por el Thyssen: Figuración y realidad en el arte moderno, de Hopper a Richard Estes.

La figuración adquiere en el arte del siglo XX unas características muy especiales  que, en este paseo por la colección permanente del Thyssen y la colección Carmen Thyssen, vamos  a analizar, siendo además aquel, un momento en el que la abstracción marcaba el paso  del arte.   

El recorrido analiza, a través de una serie obras escogidas por nuestra profesora, las distintas vías que tanto en lo formal como en el contenido, siguen los artistas figurativos del XX. De Hopper a Richar Estes. 




En La habitación de hotel, obra fundamental de Hopper, una muchacha reposa al borde de una cama. Es de noche y está cansada. Se ha quitado el sombrero, el vestido y los zapatos, y sin apenas fuerzas para deshacer las maletas, consulta el horario del tren que habrá de tomar al día siguiente. La soledad de las ciudades modernas constituye uno de los temas centrales de la obra de Hopper. ese es su rasgo distintivo.

 

Reginald Marsh, autor de las obras siguientes pintadas en 1926 y 1933. El artista nació en París el 14 de marzo de 1898. En 1900, sus padres, artistas norteamericanos, se trasladaron a Nueva Jersey, y posteriormente a Nueva York. Marsh estudió Bellas Artes en la Universidad de Yale, donde dibujaba ilustraciones para la revista The Yale Record. Tras su graduación en 1920, trabajó como dibujante independiente en Nueva York. Entre 1922 y 1925, Marsh dibujaba temas urbanos y bosquejos de obras de teatro para el Daily News y diseñaba telones y decorados teatrales en Nueva York y Provincetown.

Charles Bell es el autor de esta obra: hiperrealista, fotorrealistaincluye elementos del Pop Art. Se inspiró para sus naturalezas muertas a gran escala en la historia de amor de Estados Unidos por los juguetes y los juegos de arcade. 

Las representaciones hiperrealistas de máquinas de pinball de Bell a menudo se consideran su mejor trabajo. Al tomar perspectivas de primer plano y una variedad de ángulos diferentes, Bell capturó las superficies iridiscentes y los patrones ocupados de sus sujetos con detalles meticulosos.

 Con una minuciosidad primitivista y un cierto aire neorromántico y surreal, Lucian Freud tomó partido por el arte figurativo y en contra de las corrientes abstractas dominantes. Desde entonces, su obra se ha alimentado de la tensión existente entre la realidad y la materia, entre lo visual y lo táctil. Por otra parte, su obsesión por el cuerpo humano le llevó a hacer una original reinterpretación del género del retrato.

En sus numerosos autorretratos, el pintor aparece siempre con un gesto forzado, guiñando los ojos, mirando de reojo o hacia abajo, con una mirada que evidencia el esfuerzo que debe hacer para representarse a través del espejo. Reflejo con dos niños (Autorretrato), de 1965, combina un primer plano intenso del artista con su cuerpo retorcido para poder mirar su propio reflejo en un espejo colocado sobre el suelo a sus pies

 Walt Kuhn empezó a trabajar como ilustrador para la revista The Wasp. En 1901, viajó a París, en donde estudió brevemente  antes de trasladarse a la Real Academia de Bellas artes de  Munich. Chico con chistera  de 1948, es una de las muchas representaciones circenses que constituyen una parte fundamental de la creación pictórica de Kuhn.

Lichtenstein fue una de las figuras clave del pop norteamericano y sacó la inspiración para su obra tanto del arte popular: anuncios comerciales, revistas, comiccomo de la historia del arte tradicional:  Art Decó, cubismo, expresionismo abstracto (en el que militó al principio de su carrera)...  

La obra de Lichtenstein se caracteriza por su ironía (es algo de lo que los artistas pop presumían, a veces disfrazado de esnobismo o superficialidad…), el uso de puntos benday (utilizados en artes gráficas) y colores industriales, el lenguaje del cómic (onomatopeyas, viñetas, narrativa) y el dominio de la línea.

En nuestro recorrido por el Thyssen encontramos Mujer en el baño. Una mujer que, como las otras de Lichtenstein,  luce nítida, hermosa, fresca y  moderna  Es como si todas hubieran salido del mismo bote de maquillaje. 

                 


Richard Estes fue uno de los fundadores del hiperrealismo. Esta corriente pictórica, que surgió en Estados Unidos a finales de la década de 1960, se caracterizó por su interés por captar la realidad tomando como modelo la imagen fotográfica y por aspirar a una nitidez absoluta, de mayor precisión que la del ojo humano.

Entre 1952 y 1956 estudió en el Art Institute of Chicago y, tras finalizar su formación, comenzó a trabajar para diversas agencias de publicidad y empresas del mundo editorial. En 1959 se trasladó a Nueva York, donde trabajó como ilustrador y diseñador y se familiarizó con el mundo de la fotografía. Tras ahorrar el dinero suficiente, Estes dejó de trabajar y viajó por España en 1962. En 1967 enseñó algunas de las obras realizadas durante su viaje a Allan Stone, que presentaría su primera exposición individual en su galería en 1968. En apenas tres años, su obra era conocida en Estados Unidos y en Europa.

Manhattan se convirtió en su tema preferido y con el tiempo otras ciudades del mundo también pasaron a ser objeto de sus obras. A pesar de que admiraba a Edward Hopper, sus paisajes urbanos se distanciaron de los de éste, pues evitaban las escenas nocturnas y cualquier elemento narrativo o emocional. La luz de sus lienzos, por el contrario, busca aquellos momentos más brillantes del día, sintiéndose especialmente atraído por las superficies metálicas, los cristales y los espejos, que le permiten recrearse en las imágenes deformadas de sus reflejos. Aunque se acercan mucho a la visión del mundo que aporta una fotografía y Estes se basa en ellas paras sus composiciones, no las utiliza para imitar la realidad, sino para reconstruirla con una nitidez mucho mayor que la que permite la observación directa.




Termina nuestro recorrido, y nos ha quedado claro lo amplio que es  el concepto de arte figurativo, a través de las obras que van desde La habitación de hotel de Hopper hasta el último retrato de Richar Estes (en la fotografía anterior),  pasando por  la obra de Freud o de Liechtenstein, de Bell y de otros artistas que se ubican en distintas corrientes o movimientos pero que coinciden,  todos,  en la utilización de la realidad como soporte para  realizar su trabajo, en un momento en el que la hegemonía cultural e intelectual se inclinaba por el lenguaje abstracto.

Y en cuanto a la obra que aparece a continuación, la meteríais dentro de nuestro recorrido? Si queréis, podéis dejar vuestra opinión en los Comentarios. 

                                                


Visita guiada por la profesora Sara Fernández:

Lda. en Historia del Arte por la UCM y diseñadora.

Fotografía: María de la Riva

https://www.museothyssen.org/



Actividades Culturales Tíltide. 

C. Fernando el Católico 28, Madrid.

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