La huida de Paul Gauguin a Tahití, arruinado y enfermo, en 1891, con el dinero conseguido en una exposición en el Hotel Brouot, es el origen de esta exposición.
Se establece en Tahití, tratando de huir de la civilización europea y de todo lo artificial y convencional.
En Tyahití, el contacto con un mundo más auténtico, produjo una transformación del lenguaje creativo del artista, que reconquistó el primitivismo a través del exotismo. Ello es el hilo conductor de esta exposición que, mediante una amplia selección de artistas de finales del siglo XIX y principios del XX, mostrará al espectador los frutos de las exploraciones artísticas de Gauguin, Matisse, Kandinsky, Klee o Macke en sus respectivos viajes.
Viaje que servirá de impulso renovador a la vanguardia; viaje como salto atrás, a los orígenes, a ese estado utópico y elemental que anhelaba el primitivismo.
Viaje que servirá de impulso renovador a la vanguardia; viaje como salto atrás, a los orígenes, a ese estado utópico y elemental que anhelaba el primitivismo.
Paul Gaugín es un pintor posimpresionista, jefe de los artistas de Pont-Aven e inspirador de los Nabis, su obra está considerada entre las más importantes de entre los pintores franceses.
¡Coincidimos! Bonita entrada has hecho sobre la exposición. A ver cuándo voy a verla, esperaré unos días.
ResponderEliminarMuchos besos Matilde, guapaaa
¡Ya lo creo que coincidimos! Vi tu entrada hace unos días a propósito de esta exposición y tampoco yo he podido resistirme. Me han dicho que es una bonita exposición y estoy deseando verla. Un beso pata ti.
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