Las Majas de Goya: unos cotilleos.

Primero pinto la desnuda y luego la vestida, le llevaron algo más de tres años cada una y colgaban en el gabinete privado de Godoy, amante, también, de las bellas artes, que las había hecho acompañar de la famosa y fabulosa Venus del espejo de Velázquez. 

Diez años más tarde, cuando ya no pertenecían al Príncipe de la Paz, la Inquisición las censuró por considerarlas obscenas. Y hasta 1901 la desnuda no enseñó públicamente sus aristócratas curvas. Goya  la situó, provocadoramente, en un canapé y mirando al espectador con una sonrisa  retadora. 

Godoy, el que parece ser que encargó las dos majas a Goya, mandó construir un mecanismo en el que sólo se veía la maja vestida hasta que accionaba un resorte que descubría a la que estaba desnuda Godoy, como mente instigadora, y Goya como ejecutor,  puede que anticipen el erotismo moderno, Y una prueba de ello es que La maja desnuda es el primer desnudo de la historia de la pintura en el que aparece ese detalle realista: el vello púbico.

La vestida, más voluptuosa, si cabe, es de trazo más suelto, mientras que en la vestida, Goya pinta la piel con más cuidado y detalle. Aunque se ignora la fecha en que se pintaron, parece ser que entre 1800 y 1805.