5 de noviembre de 2018

Lina Bo Bardy en la Juan March.


La Fundación Juan March ha abierto una nueva muestra, a la que Fontán del Junco se ha referido  como monográfica expandida, en la que repasa la producción de otra artista estrechamente vinculada a Brasil enlazándola con la creación de su tiempo. Hablamos de Lina Bo Bardi, así que, si en el caso de Amaral, podíamos adentrarnos en la Fundación en el arte brasileño de los veinte, en esta ocasión podemos ver, junto a proyectos de la arquitecta, obras de artistas muy destacados de aquel país, como  Lygia Pape o Lygia Clark, datadas entre 1946, el año en que Bo Bardi aterrizó en Río de Janeiro desde su Italia natal, y 1992, el año de su muerte.


Lina Bo Bardi. Estudo preliminar. Esculturas practicáveis do Belvedere no Museu Arte Trianon [Estudio preliminar. Esculturas practicables del Belvedere en el Museu Arte Trianon], 1968. Colección del Museu de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand. Donación del Instituto Lina Bo e P.M. Bardi, 2006 MASP.04442. © Instituto Lina Bo e P.M. Bardi / Foto: MASP.
La voluntad de la muestra no es tanto introducirnos en los intereses de la Lina arquitecta o la Lina dibujante, como desplegar ante nosotros una visión de su mundo vital, colorista, abierto a los encuentros asombrosos y a la interacción social. El título del proyecto es “Tupi or not tupí” porque, that is the question, ese fue uno de los lemas que, parafraseando a Shakespeare, los artistas antropófagos latinoamericanos tomaron para referirse a su voluntad de crear un arte propio, relevante y distintivo que pudiera inspirarse en los saberes europeos pero no los copiara.
A Lina Bo Bardi podríamos considerarla una antropófaga de lo brasileño. Nacida en Roma cuando comenzó la I Guerra Mundial, se mudó a Brasil en el citado año de 1946 por circunstancias que fueron, paradójicamente, obligadas. Hasta Río de Janeiro (y luego a São Paulo) se trasladó a causa del trabajo de su marido, Pietro Maria Bardi, personaje, por cierto, igualmente interesante: fue coleccionista, marchante, escritor y descubridor de talentos en lugares insospechados.
São Paulo era entonces una ciudad más industrial que arquitectónicamente atractiva, pero ella también supo encontrar su magia y desplegar una producción que contagió optimismo en todas sus facetas: desde la arquitectura a la escenografía y las joyas, aunque la italiana fue además coleccionista, profesora, editora, comisaria y activista cultural.
No obstante, para ser justos, ese revulsivo creativo no lo encontró solo en la ciudad: en el noreste de su país quedó seducida por múltiples objetos populares que atesoró, clasificó y luego expuso en una de sus creaciones más importantes: el Museo de Arte de São Paulo, el MASP. Y seguramente allí también descubrió que las barreras entre arte y vida no podían ser sino artificiosas: ese aspecto queda ampliamente desarrollado en esta exposición, que ahonda en sus ideas para un complejo deportivo y cultural que ella entendió como ciudadela de la libertad: SESC Pompéia. No hay que olvidar tampoco que, en el MASP, Lina programó numerosas exposiciones en las que hacía dialogar a artistas anónimos, más o menos vinculados al Brasil indígena, popular o urbano, con creadores tan reconocidos como Max Bill –un habitual de la Juan March–, Alexander Calder o Saul Steinberg.
Esta muestra coincide con un periodo de recuperación de la figura de Bo Bardi a nivel internacional, pero nace de las investigaciones desarrolladas por su comisaria, Mara Sánchez Llorens, para su tesis doctoral. De hecho, podemos entenderla como el fruto expositivo de sus estudios.
Sánchez Llorens ha explicado que la arquitecta (expandida) trabajó para mostrar a los propios brasileños el país que ella descubrió cuando dejó atrás una Italia que conocía una modernidad artística destacable pero que se encontraba devastada tras la II Guerra Mundial. Brasil fue, para ella sí, la tierra de futuro de la que hablaba Zweig: aprendió a trabajar con materiales mínimos y humildes, a no jerarquizar y a esquivar cualquier prejuicio hacia la cultura popular o el arte outsider.
A través de más de 300 objetos, en su mayoría cedidos por el Instituto Bo Bardi (con sede en la Casa del Vidrio, uno de sus edificios emblemáticos) podremos descubrir las analogías de su obra y su atención a lo social y al disfrute, a lo colectivo y a la creación participativa, con la antropofagia de los veinte o el tropicalismo de los sesenta. Veremos piezas de arte indígena y popular que coleccionó junto a obras de Bill, o de esas figuras señeras de la creación brasileña antes mencionadas, porque Sánchez Llorens ha querido así recuperar la vocación integradora y libre de las muestras que la propia Bo Bardi comisariaba.


También se exhiben imágenes de José Manuel Ballester, quien, por encargo de la Fundación March, ha fotografiado tres edificios de la artista (atención a esa Casa del Vidrio fusionada con la naturaleza en su transparencia, a las escaleras de Salvador de Bahía que no descienden por el camino recto) y algún proyecto especial, como la recreación de sus mástiles para la exposición “Caipiras, capiaus: pau a pique”, pintados por estudiantes de arquitectura, o de La Gran Vaca Mecánica, un contenedor expositivo de doble función: mostrarse a sí mismo como objeto de museo y mostrar artesanía, disciplina que Bo Bardi asociaba a la misma esencia humana por su carácter manual.
La artista concibió esta vaca de chapa de hierro con radio, antenas, motor térmico y circuito eléctrico, para que diera la bienvenida a los visitantes. No llegó a verla realizada en vida, porque la primera vez que se presentó al público fue en Venecia en 2003, pero esta vez ha vuelto a llevarse a cabo, en colaboración con la Bienal Miradas de Mujeres.

El subtítulo de la exposición forma parte del eslogan ("¿Tupí or not Tupí?That is the question") del Manifiesto antropófago de Oswald de Andrade (1928), todo un ejemplo de apropiación caníbal de la famosa cita del Hamletshakesperiano. Y es que la llamada "antropofagia" brasileña de los años veinte, que puede ser considerada la revolución estética-ideológica más original de las vanguardias latinoamericanas, pretendió, en efecto, la deglución, absorción, asimilación y el replanteamiento de la cultura europea. Con ello, los artistas del Brasil buscaban hacer una digestión cultural que resultara en una identidad nacional y en un lenguaje que fuera a la vez moderno y genuinamente brasileño.

Lina Bo Bardi, consciente de que la antropofagia estaba en la base del movimiento tropicalista de los años 60 -que de algún modo ella misma compartió-, encarnó una suerte de antropofagia a la inversa. Para ella, también el Viejo Mundo, del que procedía, debía ser transformado por la mirada del Nuevo Mundo, en el que vivía, para dar paso a una nueva sociedad: a una suerte de "aristocracia del pueblo" (en sus palabras), de un pueblo nuevo, mezcla del europeo, el indio, el negro y el nativo del nordeste del país; un mundo cargado de sueños para un futuro mejor.




https://www.march.es/arte/madrid/exposiciones/lina-bo-bardi/

21 de octubre de 2018

Dorothea Tanning: "Detrás de la puerta, invisible, otra puerta".

Una pintora surrealista en el Museo Reina Sofía.

Autorretrato. Museo de Arte Moderno de Nueva York, 1936.

Es la primera gran retrospectiva de la surrealista americana. Incluye más de ciento cincuenta obras realizadas por la artista entre 1931 y 1997. De acuerdo con su carácter surrealista, anima al espectador a mirar más allá de los que se ve. "Pretendía llevar al espectador hasta un espacio donde todo se oculta , se revela, se trasforma súbita y simultáneamente, donde se puede contemplar una imagen nunca vista hasta ahora". (D. Tanning)

Door 84. 1984. The Destina Foundation, Nueva York. 

Birthday [Cumpleaños], 1942, Óleo sobre lienzo, Philadephia Museum of Art © VEGAP, Madrid, 2018

Dorothea Tanning (1910–2012) es considerada una de las mujeres artistas más importantes y polifacéticas del siglo XX, aunque ella misma rechazaba esa asociación: “Mujeres artistas: no existe tal cosa –o persona. Es una contradicción en sus términos, al igual que ‘hombre artista’ o ‘elefante artista’. Puedes ser una mujer y puedes ser una artista; pero lo primero te viene dado y lo otro lo eres tú”. 

Entre Estados Unidos y Francia, desarrolló una extensa producción, meticulosa y expresiva, de pinturas, dibujos, diseños de vestuario y decorados para ballets, esculturas “blandas”, novelas y poemas. Su obra cuenta historias inscritas en un universo personal, con el que da sentido a la vida moderna, y en un entorno surreal –lleno de fantasía y fantasmas– perfilado a través de un espacio que se presenta al mismo tiempo como seductor y pernicioso.
La exposición se articula en habitaciones temáticas que discurren por las diferentes etapas artísticas y vitales de la trayectoria de Tanning, desde escenas de infancia y familiares, niñas vestidas al estilo victoriano, bucólicos desnudos barrocos y desiertos de rocas rojas, hasta llegar a las representaciones de flores, tan relevantes en su última etapa. Entre sus instalaciones, destaca Chambre 202, Hôtel du Pavot [Habitación 202, Hotel de la Amapola] (1970–1973), con esculturas antropomorfas que invitan al visitante a mirar, a sentir, y a formar parte del mundo surreal que en ella habita.





Tanning rompe la distancia entre la obra de arte y el espectador, sin pretender que sus creaciones sean un reflejo del mundo, sino una invitación para ir más allá. Los seres femeninos dominan este universo de puertas abiertas y revelaciones, provocando el caos en un espacio tradicional doméstico, que al mismo tiempo vibra y despierta una curiosidad extraña. ¿Nos atrevemos a entrar en su cuento de hadas, en una casa con puertas abiertas, una estancia habitada por extrañas criaturas, a adentrarnos en un paisaje quemado por el sol? En palabras de la propia artista: “Quería guiar el ojo hacia espacios que se ocultaran, revelaran, transformaran todos a la vez y donde hubiera imágenes nunca antes vistas, como si hubiesen aparecido sin mi ayuda”.


Pese a que su nombre figura en los manuales de arte contemporáneo como representante del llamado segundo surrealismo, más cercano ala abstracción, la estadounidense Tanning fue y es una gran desconocida para el público. Tanto, que la primera gran retrospectiva mundial que se dedica a esta creadora —quien se ganaba la vida haciendo ilustraciones para los grandes almacenes Macy’s hasta que en 1936 quedó impactada al ver la exposición Arte fantástico. Dadá, Surrealismo.

Dorothea Tanning participó también en el diseño del vestuario y los decorados de cuatro ballets y de un montaje teatral. Así como el movimiento de la danza resulta perceptible sobre todo en sus esculturas, las piezas para el escenario compartían similitudes con su obra plástica, “con sus atmósferas enigmáticas y sus escenas intimistas, inspiradas en la novela gótica”, apunta Idoia Murga en el catálogo de la muestra. Tanning trabajó en EE UU con Georges Balanchine. Así describió la propia pintora su primera cita con el célebre coreógrafo ruso: “Un encuentro trascendental, ya que fue el inicio de una colaboración que, literalmente, me levantó del suelo”.

Algunos de estos diseños se pueden ver también en la exposición, que ha sido organizada por el Museo Reina Sofía, con el apoyo de The Destina Foundation y patrocinada por la Comunidad de Madrid.


Diferentes diseños realizados por la artista para periódicos, libros, escenografías teatrales....




http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/dorothea-tanning.
elpais.com/cultura/2018/10/02/actualidad/1538505460_209158.html

16 de octubre de 2018

En el Reina Sofía

París pese a todo... Artistas extranjeros, 1944-1968

21 de noviembre, 2018 – 22 de abril, 2019 


Pablo Picasso, L'Enfant aux colombes, 1943. © RMN-Grand Palais (Musée national Picasso-Paris) / Mathieu Rabeau © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2018
La exposición explora la contribución de los artistas extranjeros que después de la Segunda Guerra Mundial trabajaron en París, ciudad que conservaba todavía cierta aura vinculada a su mítica encarnación moderna como Ciudad de la Luz en el siglo XIX. Por aquel entonces, la capital francesa intentaba, mientras se reconstruía política, social y económicamente tras la contienda, modernizar la vieja imagen de la École de Paris [Escuela de París], que siempre había contado con la contribución de artistas extranjeros para el desarrollo de un discurso moderno. Bajo su prisma, París se consideraba un lugar de libertad donde las personalidades y las identidades individuales estaban permitidas, se fomentaban y al mismo tiempo se medían meticulosamente de acuerdo con una especie de comedimiento cartesiano.
Esta extensa muestra colectiva da cuenta de la vitalidad y la vivacidad del ambiente artístico en toda su complejidad, presentando las distintas tendencias creativas que surgieron en la ciudad dentro y fuera de la Escuela de París, en una época de intensos debates políticos que tenían como telón de fondo el nuevo escenario global abierto por la Guerra Fría. Desde diversos ámbitos artísticos, como la pintura, la escultura, el jazz, la literatura o el cine, los artistas extranjeros hicieron frente a la creciente escalada de tensión y aportaron planteamientos y esperanzas propias al entorno parisino, en un intento de conectar con la tradición de la modernidad internacional sin perder por completo su identidad cultural específica.
Esta pluralidad de apuestas, enfoques y medios queda recogida en la exposición, donde es posible redescubrir y poner en diálogo muchas obras que han sido a menudo olvidadas por buena parte de la Historia del Arte. Gracias a la organización cronológica de las salas, pueden apreciarse los cambios en los discursos y las respuestas de los artistas a las modas parisinas o a las presiones políticas, así como las variaciones en la composición de este entorno cultural en función de los acontecimientos históricos. Por ejemplo, los artistas estadounidenses llegaron en tropel a París a finales de los años cuarenta y durante los cincuenta por dos motivos principales. Uno era la carta de derechos de los veteranos, la ley que financió los estudios de los excombatientes de la Segunda Guerra Mundial en reconocidas escuelas de arte como los talleres de Fernand Léger y André Lhote o la Académie Julian y la Grande Chaumière; el otro era la presión para dejar atrás un país reaccionario y con frecuencia racista controlado por las políticas represivas del influyente senador Joseph McCarthy. Otros, entre ellos un nutrido grupo de artistas latinoamericanos, llegaron animados por las becas y ayudas del gobierno francés buscando mejorar sus expectativas profesionales en el que, como se apuntaba, continuaba siendo un lugar de referencia y estímulo para el arte moderno, con un clima favorable a la experimentación y al debate no solo artístico, sino también político.
http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/paris-pese-todo

Programación de Actividades Culturales Tíltide.

ACTIVIDADES CULTURALES TÍLTIDE.

PROGRAMACIÓN 

                 

Tíltide ofrece sus CURSOS DE ARTE, para todos aquellos que quieran disfrutar con el ARTE. Cursos que permiten entender nuestro tiempo, y otras épocas y otras gentes... Y también las obras que son producto de la inspiración creadora del hombre.

 

                                                                                                                                                                                                                                                      
      



                                   








 Para ello, organizamos con las profesoras      
                     ISABEL  PINEDO  (Licenciada en Historia del Arte por la UAM)
CARMEN MANSO DE ZÍÑIGA (Licenciada en Historia del Arte por la UCM)
ELISA MARÍNEZ  (Doctora en Historia por la UCM)

Visitas a Museos de Madrid, Exposiciones Temporales, edificios singulares, personajes históricos...

viajes, Conferencias, Coloquios...

También organizamos cualquier curso, adaptado a las necesidades de los interesados.



PROGRAMACIÓN
SEGUNDO TRIMESTRE del CRURSO 2020/2021



MIÉRCOLES

Mes de ENERO
Miércoles 8. FUNDACIÓN TELEFÓNICA, Intangibles . A las 17.30 h.

Miércoles 15. CASA/MUSEO DE SOROLLA. Sorolla dibujante....   A las  17.30 h.

Miércoles 22. Un paseo por  el MUSEO THYSSEN .  La pintura de género.
A las 17.00 h  

Miércoles 29. Visita a la CASA/ MUSEO DE MANUEL BENEDITO.  A las 17.00 h.


Mes de FEBRERO
Miércoles 5.  Paseo por el MUSEO REINA SOFÍA. A las 17.00 h.

Miércoles 12. Sala de exposiciones del REAL JARDÍN BOTÁNICO. La fotografía de Chema Madoz.
A las 17.00 h.

Miércoles 19. MUSEO ARQUEOLÓGICO.  La cultura en Al -Andalus.
A las 17.30 h.

Martes  25.  FUNDACIÓN CANAL. SALA MATEO INURRIA. Rodin. Dibujos y recortes.
A las 17.00 h.
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MES DE MARZO
 Miércoles 4. Museo del Romanticismo. Teje el cabello una historia. El peinado en el Romanticismo. Y una visita a las salas relacionadas. A las 17.00 h.
Miércoles 11 . Palacio de Gaviria. Maravillas de Arte flamenco.A las 17.00h. 
Miércoles 18. CaixaForum. Vampiros..A las 18.15 h.
Miércoles 25. Espacio Fundación Telefónica Bil Viola. A las 17.30 h.

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 MES DE ABRIL  
Miércoles 1. Fundación Juan March.  Los iraascibles: Pintores contra el meuseo. Nueva York, 1950. A las 18.30 h.
Miércoles 15. Fundación Mapfre. Rodin y Giacometti. A las 18.00 h.
Miércoles 22.  Visita a la Sacristía de la Catedral de la Almudena.A las 17.00 h.
Miercoles 29. Museo Thyssen. Rembrandt y el retrato en Amsterdam. A las 17.00 h.

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JUEVES
TURNOS DE 14.00 h Y 15.00 h







8 de octubre de 2018

Redescubriendo el Mediterraneo.



Fundación Mapfre. Sala Recoletos 

Redescubriendo el Mediterráneo.

Desde el 10 de octubre al 13 de enero


Théo van Rysselberghe La punta Saint-Pierre en Saint-Tropez, 1896 Musée National d’Histoire et d’Art Luxembourg. Colección Émile Mayrisch. Cruz Roja Luxemburguesa © Musée National d’Histoire et d’Art Luxembourg | Tom Luc

El Mediterráneo como tema, pero también como referencia al pasado, es la propuesta de esta exposición con obras de Claude Monet, Vincent Van Gogh, Paul Cézanne, Pablo Picasso, Auguste Renoir, Pierre Bonnard, Joaquín Sorolla, Joaquim Sunyer, Julio González o Giorgio de Chirico entre otros, que podrás disfrutar del 10 de octubre al 13 de enero de 2019 en la Sala Fundación MAPFRE Recoletos de Madrid.
Esta exposición forma parte del proyecto internacional Picasso-Mediterráneo, una iniciativa del Musée national Picasso-Paris. Este programa de exposiciones, actividades e intercambios científicos se desarrolla entre 2017 y 2019 y en él participan más de setenta instituciones internacionales.
El cambio de siglo trajo a todo Europa un redescubrimiento del mar, y  en concreto del Mediterráneo, que no se había dado hasta el momento; y no fue solo en el ámbito estético. Se pusieron  de moda los baños de sol, beneficiosos para la salud tanto del cuerpo como del alma, y los herederos del impresionismo buscaron la luz y el color vibrante de las olas.
La exposición pretende hacer un recorrido a través de las pinturas y esculturas de aquellos artistas que, en ese periodo, encontraron un momento feliz en el modo de hacer arte y representarlo









www.fundacionmapfre.org/fundacion/es_es/exposiciones/sala-recoletos/
Tíltide.
Actividades Culturales
C. Fernando el Católico, 28
Madrid
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