13 de enero de 2023

Las Sinsombrero: Termina la exposición en el C.C. Fernán González de Madrid.

 La Generación del 27 forma parte de uno de los momentos  artísticos más interesantes de la historia cultural española, conocido con el nombre de Edad de Plata. Su legado es ampliamente conocido siempre y cuando hablemos de ellos, pero no de "las" componentes. 

Dentro del grupo del 27 existió una generación de mujeres pintoras, poetas, novelistas, ilustradoras, escultoras, pensadoras, cineastas y compositoras de inmenso talento que gozaron en su tiempo de éxito nacional e internacional. 

Ellas, al igual que sus compañeros de generación, fueron parte y testigo de los acontecimientos sociopolíticos que caracterizaron el siglo XX español. Y por consecuencia, ellas y su obra son una fuente testimonial importantísima que nos permite conocer, de primera mano, los avatares de ese momento, no solo desde la perspectiva artística e intelectual, sino también desde la mirada femenina que pocas veces ha sido  valorada. 

La exposición es el resultado de una gran tarea de investigación que ha conseguido reunir una amplia selección de obras originales y documentos de creadoras como Maruja Mallo, Margarita Manso, Marga Gil Roësset, Delhy Tejero, Rosario de Velasco, Ángeles Santos, Ruth Velázquez, entre otras.  Todas influyeron de forma decisiva en el arte y el pensamiento español debido a su cultura, a la incorporación de las Vanguardias europeas, y a la preocupación por la tradición española, desde una óptica femenina y diferente. La Guerra Civil supuso el fin de esa Generación, pero en el caso de ellas supuso también su condena al olvido.


Fueron las llamadas las “sinsombrero”. Pero… ¿por qué? Se les conoce por ese nombre por la iniciativa que tuvieron Federico García Lorca, Salvador Dalí, Margarita Manso y Maruja Mallo, de atreverse a quitarse el sombrero en la Puerta del Sol, una actitud transgresora que pretendía, metafóricamente, en ausencia de la prenda que tapa la cabeza, liberar las ideas y las inquietudes. Este gesto las convirtió en rebeldes y por ello fueron vilipendiadas por la sociedad de la época. 

En la fotografía posterior los componentes de la Generación del 27, también llamada la generación de la amistad, por la relación que se estableció entre ellos y ellas, celebran una comida en honor a Luis Cernuda en un famoso restaurante la Plaza Mayor de Madrid, que hoy en día existe todavía, casi inalterable al paso del tiempo. 


Entre  las pertenecientes a esta Generación, presentes en la exposición, destaca Maruja Mallo , quien en 1922, con veinte años, y un nuevo traslado de la familia a Madrid, entró a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando donde estuvo hasta 1926, y aquí en Madrid, se relacionó con artistas, escritores y cineastas de la Generación del 27.


Colaboró intensamente con Alberti (con quien mantuvo una relación amorosa) hasta 1931, quedando constancia de este trabajo conjunto los decorados del drama Santa Casilda (1930) y La pájara Pinta (publicada en 1932).


Durante esos años pinta la serie Cloacas y Campanarios, cercana a los planteamientos de la Escuela de Vallecas de la que formó parte. Viajó a París, donde conoció de primera mano las corrientes de Vanguardia; y en 1930 , comprometida con La República, desarrolló una  dedicación docente como profesora de Dibujo, mientras exponía con pintores surrealistas en Barcelona, Londres y Madrid. Después de la guerra se exilió y no volvió España hasta 1962. 


Delhy Tejero, otra de Las Sinsombrero, nació en Toro,  fue la segunda de tres hermanas que, tras el temprano fallecimiento de la madre, educó y crio el padre, secretario del Ayuntamiento de esa localidad zamorana. Recibió clases de dibujo, publicando sus primeras ilustraciones en El Noticiero de Toro. ​ En 1925 su padre la envió a Madrid al colegio «San Luis de los franceses» para que estudiase francés, taquigrafía y corte y confección. Al día siguiente de llegar, se examinaba para entrar en la escuela de Artes y Oficios. Su intención fue prepararse para entrar en Escuela de Bells Artes, lo que consiguió en 1926. Los cuatro primeros años pudo estudiar gracias a dos becas. Con el tiempo llegó a reconocer que de francés no aprendió nada, pero que logró entrar en la Academia de San Fernando donde conoció a pintoras  y pintores de esta generación. Pitti Bartolozzi o Maruja Mayo, entre ellas.





Pitti Bartolozzi,  la amiga de Delhy, participó de las actividades del Lyceum Club Femenino y fue una de las primeras impulsoras del Primer Salón de Dibujantas, que se celebró en 1931, un verdadero hito para la visibilidad de las mujeres artistas del momento. El Museo ABC realizó la exposición “Dibujantas” en 2019 recordando aquel momento.


En sus comienzos desarrolló su trabajo en la ilustración de cuentos infantiles, en la Editorial Calleja; el cómic y la escenografía, como los trabajos que realizó para el Teatro Español o el de Mérida (obras para García Lorca o Valle Inclán entre otros), o para las Misiones Pedagógicas. El oleo siguiente, Las Artes, pertenece al museo de Navarra y lo firmó Pitti Batolozzi con su marido.


Ángeles Santos (Gerona, 1911-2013) fue una de las más importantes pintoras españolas de este momento. En 1929, con tan solo 18 años firmó las que está consideradas como sus grandes obras: Tertulia y Un mundo, óleos de grandes dimensiones que lucen en las paredes del Reina Sofía de Madrid, de forma permanente.

Tertulia. En el Museo Reina Sofía.




Después de la deformación de la imagen abstracta, surrealista,  o cubista, se originará una reconstrucción de la imagen real, por una nostalgia de la imagen visual, reconocible; pero que ya no sería la misma que se manejaba en las antiguas  academias, sino una imagen con un halo de misterio, un clima metafísico, diferente, como característica de este movimiento. Un ejemplo son las obras  que aparecen a continuación, de Ángeles Santos, una de ellas su Autoretrato, más cercanas a la realidad, que la anterior titulada Tierra.



La escultura de Marga Marga Gil Roësset, considerada una niña prodigio, que fue admirada en su época por la intelectualidad, y que murió muy joven, por lo que su polifacética obra es escasa, destaca en la exposición.





Durante la guerra civil, los carteles y las fotografías  fueron una herramienta política y social  
empleada por el  Gobierno de la República y los distintos grupos ideológicos que participaron 
en la contienda tras el golpe militar o del 18 de julio de 1936. 
Muchos de ellos fueron creados por nuestras protagonistas.

Ruth Velázquez pertenece la siguiente obra, titulada La madre del comunismo. Se cree que fue pintada a escondidas, y cuando la autora partió al exilio, se llevó el cuadro con ella. Con el inicio de la segunda guerra mundial se temió por la seguridad del lienzo y fue enviado a Cuba, allí paso a manos de su bisnieta que lo llevó a Boston.





Y otras obras realizadas después de la guerra, algunas en el exilio, otras en España, como la de Delhy Tejero, María Dolores de 1954.




 María Dolores. Delhy Tejero. Oleo sobre lienzo de 1954.


Actividades Culturales Tíltide
Clases de Arte
Profesora: Sara Fernández. Historiadora del Arte por la UCM.
C. Fernando el Católico, 28
28015 Madrid








1 comentario:

  1. He disfrutado los dos vídeos muchas gracias por ese enlace estimada Sara y a ver si nos acercamos a ver esta generación de dibujantas del 27" Las sin sombrero "

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