Bruno Munari en la Fundación Juan March.

Es esta la exposición retrospectiva  más completa dedicada a Munari (Milán, 1907-1998) fuera de su país natal. La muestra refleja el carácter multidisciplinar de la obra de Munari, e incluye casi 300 dibujos, pinturas, esculturas, proyecciones y juegos de luz; ejercicios tipográficos, libros infantiles y piezas de diseño gráfico e industrial.

Es considerado "uno de los máximos protagonistas del arte, del diseño industrial y gráfico del siglo XX, ​aportando contribuciones fundamentales en diversos campos de la expresión visual (pintura, escultura, cinematografía, diseño industrial, diseño gráfico) y no visual (escritura, poesía, didáctica) con una investigación polifacética sobre el tema del movimiento, la luz, y el desarrollo de la creatividad y la fantasía en la infancia mediante el juego. Pero sobre todo  ha sido uno de los grandes comunicadores del siglo XX, que desarrolló una metodología para los diseñadores, con obras como El diseño como arte, Artista y diseñador y Cómo nacen los objetos.

Munari constituye una figura  fundamental dentro del Novecento italiano (Siglo XX).  Domina la escena del arte milanés en las décadas de 1950 y 1960, y  es durante estos años que se gesta un boom económico en el que nace la figura del artista /diseñador, que se convierte en asesor empresarial y que contribuye activamente en el renacimiento industrial italiano de la posguerra. 

                    

Bruno Munari participa a una edad muy temprana en el futurismo, del cual se destacan su sentido del humor y ligereza, inventando la Máquina Aérea (Macchina Aerea, 1930), el primer "móvil" de la historia del arte, y las "Máquinas Inútiles" (Macchine inutili, 1933). Además le une al futurismo la falta del elemento humano en la obra, como ocurre, por ejemplo, en esta cuidad de la imagen anterior.  

La Macchina Aerea, 1930

Pero pronto encontrará su propio lenguaje plástico explotando el arte abstracto y el imaginario surrealista, hasta dar en los años 40, con el estilo que más le definiría. Así funda el MAC (Movimiento de Arte Concreta) que sirve como punto de encuentro de las muestras abstractas italianas en una prospección de "síntesis de las artes", tratando de incorporar a la pintura tradicional nuevos instrumentos de comunicación y de demostrar a los industriales y 'artistas' la posibilidad de una convergencia entre arte y técnica. Una tendencia basada en la comunicación a través de colores y formas geométricas apoyadas en la racionalidad,  y huyendo de la emoción y del simbolismo.

En 1947 realiza "Cóncavo-convexo", casi en paralelo, aunque de forma precedente, a los ambientes negros que Lucio Fontana, presentó en 1949 en la Galleria Naviglio de Milán. Es la señal evidente de una maduración de la problemática de un arte que se hace ambiental y en el que el usuario está exhortado, no sólo mentalmente, sino también de un modo multi-sensorial.

En 1950 realiza la "pintura proyectada" mediante composiciones abstractas encerradas dentro de diapositivas y descompone la luz mediante el uso de un filtro Polaroid, realizando en 1952 la "pintura polarizada", que presenta en el MOMA en 1954 con la muestra "Munari's Slides".

Es además considerado uno de los protagonistas del arte programado y cinético, pero sobresale por la multiplicidad de sus actividades y por su grande e intensa creatividad en cada definición, en cada catalogación.

El arte cinético se basa en la búsqueda de movimiento, pero en la mayoría de las obras el movimiento es real, no virtual. Para realizar la obra, el artista se plantea y sigue una estructura rigurosamente planificada. La mayoría de las obras cinéticas son tridimensionales, se despegan del plano bidimensional.

Los diseños industriales, creados para prestigiosas firmas empresariales (como Campari, Danese, Milano  o Zanotta.) de ceniceros, relojes,  lámparas, libros.... se combinan, en esta exposición, con obras imaginarias, creadas por el artista para disfrute y juego estético. 

Con las obras teóricas, así como con su propia contribución artística,  intenta hacer más difusa la línea que separa el concepto de arte y el del diseño, equiparando el proceso creativo del artista con la metodología que sigue el diseñador. En este aspecto se opone a otro contemporáneo, que vimos en este mismo  espacio hace unos meses, Ad Reinhartd, para quien solo "el arte era el arte y todo lo demás era  todo los demás".

Un concepto que habría que destacar es el de SUPERAR EL LÍMITE: Una de la actitudes en las que se fundamenta en método de Munari: la experimentación al límite,  de ideas, proyectos, objetos.

Todas las cosas tiene un límite que suele atribuirse a las circunstancias físicas, sociales, convencionales y lingüísticas. Sin embargo Munari estaba convencido de que los límites del proyecto o del objeto artístico se  pueden superar, superar no anular,  a condición  de enfrentarnos a ellos con una mirada nueva. 

Esta es la revolución silenciosa de Munari,  basada en la expansión controlada de las posibilidades cognitivas y expresivas, que ya existen en los instrumentos de que se dispone. Esto incrementa la potencialidad de los proyectos y de los objetos y enriquece, sobre todo, la capacidad cognitiva de los sujetos. Nos enriquece: Observemos estos tenedores, que aparecen en la imagen anterior, con los que difícilmente podríamos ensartar. Se han convertido en objetos puramente estéticos. ¿Sabéis por quë se titulan Tenedores paralntes?

El sentido del humor, el juego, la inocencia... están presentes  en su obra.

El proceso creativo, desde la invención o la fantasía hasta la imaginación y, si el caso lo permite, a la producción final, es un trabajo largo y necesita de “cuidado y de cultura”  nos dice el mismo Munari.

 Y del mismo modo, cuanto más se sabe, mejor se mira y más cosas se ven.

 Visita guiada por Sara Fernández, Historiadora del Arte por la UCM, diseñadora y artista plástica.

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