Este parque constituye uno de los más importantes parques de Madrid adscritos a la categoría de jardín histórico-artístico.
El inicio del parque tiene lugar en una finca situada junto al arroyo Abroñigal, curso de agua del que se tiene noticia desde el siglo XVII y que hoy coincide con el trazado de la M-30.
El condestable de Castilla y León, Bernardino Fernández de Velasco, duque de Frías y conde de Haro, compró diversas tierras con el fin de formar una quinta que se llamaría de Miraflores, de Frías...
En 1630 Felipe IV adquirió por 32.000 ducados la mencionada finca, que contenía una casa con jardines, huertas, tierras de labor, viñas y frondosas arboledas compuestas de gran cantidad de árboles frutales, cipreses, álamos y moreras. La zona era extraordinariamente rica enaguas que se aprovechaban para sus fuentes y estanques. Una fuente en concreto, la del Berro, tuvo siempre fama de ser la mejor de Madrid.
Sin embargo éste no pudo disfrutar durante mucho tiempo de la finca, puesto que en 1640 la cedió a los monjes benedictinos castellanos de Montserrat, expulsados de Cataluña, mientras éstos construían su convento en la calle de San Bernardo. Sin embargo los reyes se reservaron el derecho a utilizar las aguas de la fuente ya que se había generado la tradición de recoger agua de dichafuente y transportala en burro a palacio. De hecho fue la segunda mujer de Felipe IV, Mariana de Austria, quien remodeló la fuente poniendo en ella dos caños, uno manaba hacia el parque y era de uso de la familia real, mientras que el otro que manaba hacia la parte posterior, podía ser utilizada por el pueblo.
Los monjes estuvieron sólo dos años y en 1703 fue comprada por la Adelantada de Costa Rica, María Trimiño Vázquez de Coronado, quien realizó diversas mejoras relacionadas con las conducciones de agua y de riego; unos años más tarde la legó a Obra Pía de los Padres Mercedarios Calzados, aunque los reyes seguían reservándose el derecho sobre sus aguas. Carlos III mandó proteger la fuente con una casilla , a la vez que empezó a denominarse fuente del Rey. Los monjes mercedarios la abandonaron.
En mayo de 1800, Martín Estenoz adquiría en pública subasta esta quinta del Berro. A mediados del siglo XIX el propietario debía de ser el brigadier Ramírez, puesto que así nos lo indica Pascual Madoz. Y a finales de esta centuria fue utilizada como marco para instalar el jardín de recreo Nuevos Campos Elíseos, en cuyo recinto se levantó una torre-mirador, invernaderos, la ría, el estanque, una cascada, sin que faltase una escuela de tiro, un velódromo, una montaña rusa, etc.; se aprovecharon, asimismo algunos edificios existentes, como el palacete, donde se instaló el restaurante. Aunque se abrió al público en 1900. parece ser que dos años más tarde este proyecto ya no funcionaba. De esta época data su conversión a jardín inglés.
Tuvo diversos propietarios después, de los cuales el último fue una familia holandesa, los Van Eeghen que edificó el palacete tal como hoy lo podemos ver. El palacete sirvió de vivienda a este último propietario y después de ser destinado a distintos usos ha sido rehabilitado y en este momento es Centro Cultural del distrito de Salamanca.
En 1948 el Ayuntamiento de Madrid compró la quinta aunque ya antes, en 1941 había sido declarado jardín histórico-artístico. Después de ser sometido a obras de restauración se abrióal público en 1954.
El parque consta de tres partes:
1. La zona alta donde se encuentra el palacete.
2. La zona media o de la ría.
3. La zona baja, situada junto a la M-30
El palacete es de estilo historicista, ecléctico. La fachada que da al interior del parque da a un jardín de tipo andaluz, con escaleras y terrazas, balaustradas y un pequeño arco con azulejería modernista.
La zona que da a la glorieta de entrada, es de estilo más clasicista. En el centro de dicha glorieta vemos un estanque de tipo francés, regular, en cuyo centro se alza un gran jarrón de piedra.
A lo largo del parque podemos encontrar pequeñas construcciones de corte ecléctico, una de ellas rematada por un chapitel, mientras que otra tiene un pintoresco tejado parecido al de los molinos holandeses.
También se pueden ver en el parque varias estatuas, una de ellas perteneciente al poeta Gustavo Adolfo Bécquer quien, durante su estancia en Madrid, vivió en uno de los hoteles de la cercana colonia Iturbe; y también obras de otros escultores contemporáneos.
Junto a la tapia de entrada que da a la calle Enrique D’Almonte se puede ver una construcción de ladrillo, de estilo neomudejar, quizá restos de los desaparecidos Nuevos Campos Elíseos, esa especie de parque de atracciones que también se ubicó en el lugar y que duro escaso tiempo.
Terminamos la visita saliendo del parque por la entrada principal que da a la calle D’Almonte y Jorge Juan y atravesamos la pequeña plazoleta, fuera ya del parque, donde se encuentra la Fuente del Berro. El motivo de esta segregación ya la hemos dicho, se dejó fuera de la propiedad real o particular, según la época, para que el agua pudiera ser utilizada por el pueblo.
Hasta pronto, desde TÍLTIDE.
C. Fernando el Católico 28, Madrid.
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Visita organizada y dirigida por la profesora
Carmen Manso de Zuñiga,
Licenciada en Historia del Arte por la UCM.