La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Gregorio Prieto presentan la obra fotográfica del pintor Gregorio Prieto, faceta prácticamente desconocida del artista que se revela como una de las actividades más sorprendentes de este miembro de la academia.
El manchego Gregorio Prieto (Valdepeñas, 1897-1992) realiza durante su pensionado en la Academia de España en Roma (1928-1933) una serie de fotografías de espíritu surrealista en las que aparece él como obstinado protagonista. Concebidas y ejecutadas junto al también becado Eduardo Chicharro, inician de esta manera una colaboración vanguardista sin parangón en la fotografía española de aquellos años.Su devoción a la pintura no fue aprobada por su padre quien quiso para su hijo los mejores estudios y le matriculó en la Escuela Industrial de Madrid donde no aguantó más de tres años. Prieto dibujaba a escondidas y, pese a la inconformidad de su padre, se inscribió en la Escuela de crios de oficio. En 1915 lograría su propósito ingresando en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, obteniendo numerosas becas, como la que le concedieron en El Paular, y realizando sus primeras exposiciones en Barcelona y Madrid. Su primera exposición individual tendrá lugar en el Ateneo de Madrid en 1919.
Sus inmediatos contactos con las vanguardias europeas y las relaciones de amistad con los principales exponentes de la Generación del 27 marcaron su formación artística. Le une una especial amistad con RAfael Alberti, con quien mantiene temprana correspondencia, y a Luis Cernuda. Poco después, en abril de 1924, conocería a García Lorca, a quien retrataría en varias ocasiones, y a Vicente Aleixandre.
En 1925 se traslada a París para ampliar sus estudios. Es en este periodo cuando tiene sus primeros contactos con el Cubismo y las corrientes surrealistas. Durante su estancia en Francia realiza varias exposiciones y en 1926 participa en la Bienal de Venecia y en el Salón de los Independientes de París. En 1928 vuelve a España para solicitar la beca de estudios en la Academia de España de Roma. Su solicitud será aceptada y estudiará en Italia durante varios años. Allí, siendo director de la Academia Valle-Inclán, completará su formación, realizando varias exposiciones, colaborando con el postista Eduardo Chicharro Briones y relacionándose con De Pisis, Marinetti, Carrà, Giorgio De Chirico, Alberto Moravia, etc.
Numerosos viajes por Italia, Grecia y Egipto le harán centrarse en un tema que desarrollará más adelante, la arquitectura griega y sus cuadros se pueblan de marineros e iconografía homoerótica. Después de recorrer muchos países europeos, donde realiza numerosas exposiciones, e incluso en Groenlandia, y tras una breve estancia en España, consigue refugiarse en Inglaterra al estallar la guerra civil. Decide fijar su residencia en Londres donde vivirá hasta 1949. Durante esta etapa convivirá con el poeta Luis Cernuda.
Su afición por el dibujo cobrará más importancia pero no dejará de lado la pintura ya que los paisajes marcarán la mayor parte de su obra. En 1935 se organiza una importante exposición en París donde las pinturas de Prieto se muestran al lado de otras de Pablo Picasso, Joan Miró, Juan Gris o Salvador Dalí entre otros. Realiza los decorados de La Zapatera Prodigiosa de Lorca y de Canción de Cuna de Gregorio Martínez Sierra, aparte de colaborar en la BBC como crítico de arte y acentuar su actividad como ilustrador gráfico. Sobresalió como retratista (Winston Churchill, Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna, Sir Anthony Eden, Antonio Machado, doctor Fleming, Greta Garbo, Alfonso XIII, Pilar Primo de Rivera, Duque de Alba, Bette Davis, Luis Cernuda etc. También son célebres sus dibujos, de un cálido erotismo.
En 1945, participa, junto a Chicharro, Carlos Edmundo de Ory y Sernesi, en el lanzamiento del Postismo, nuevo movimiento de vanguardia. Su regreso a España da inicio a un periodo decisivo para la promoción de su obra, en el que también escribe numerosos artículos. Potencia ahora la creación de paisajes con temas españoles sobre todo castellanos y del pasado español.
A finales de los cuarenta, durante los últimos años de Prieto en su exilio inglés, renace su pasión por la fotografía con nuevas series de gran lirismo que reutilizará posteriormente junto a las instantáneas romanas para componer los audaces collages que bautizó como popares.
No le conocía!!
ResponderEliminarQué original!!
Besos!!
Hola, amiga, me encanta verte por aquí. Te sigo en tu bolg, tan genial como siempreBesos.
ResponderEliminarAlgo sabía de él, pero apenas poco más que su nombre.
ResponderEliminarGracias por el descubrimiento, seguiré indagando...
Mi vista falla nuevamente y tengo que escribir al tum tum..., así que ya perdonarás las faltas ortográficas si las hay.
Muchos besos!!
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